La inteligencia emocional es uno de los temas empresariales del momento. Su importancia radica en que determina elementos tan importantes como el clima laboral o las posibilidades de desarrollo y liderazgo de los trabajadores.

Si bien durante mucho tiempo este término no se aplicaba a cuestiones laborales, los distintos estudios y mediciones realizadas han constatado su influencia en procesos tan importantes como la motivación del equipo, toma de decisiones y retención del talento.

Con un desarrollo actual que no deja de aportar nuevos conocimientos, te contamos cuál es la importancia de la inteligencia emocional en el trabajo.

Qué es la inteligencia emocional y cómo se define en el ámbito laboral

Según investigadores, la inteligencia emocional es un concepto polimórfico, lo que indica que está conformado a su vez por varios elementos que se conjugan para determinar el nivel de inteligencia emocional de cada individuo.

Entre estos elementos están:

  • La capacidad de control o regulación emocional.
  • La motivación hacia metas u objetivos.
  • La empatía hacia los demás.
  • Habilidades sociales para la gestión emocional de situaciones.
  • El autoconocimiento de nuestras emociones, es decir, cómo éstas nos afectan e influyen.

Estas características se observan en un mayor o menor grado de desarrollo en todo individuo, y por tanto se proyectan en todas las circunstancias de la vida, incluido el trabajo.

Importancia de la inteligencia emocional aplicada al trabajo

La inteligencia emocional, con todos sus componentes, es dividida en 2 áreas:

  1. Inteligencia intrapersonal: Engloba los elementos mencionados que se refieren a la capacidad de identificar y manejar las propias emociones.
  2. Inteligencia interpersonal: En este caso, se alude a las habilidades referidas a interpretar e intervenir las situaciones que incluyen emociones de los demás.

Aplicadas al ámbito laboral, estas divisiones de la inteligencia emocional se proyectan, por un lado, en las propias capacidades o potencial de los empleados y, a su vez, en lo que puede suponer en el liderazgo de la empresa y la forma de gestionarla.

Respecto al primer ámbito, los trabajadores, un alto nivel de inteligencia emocional propicia capacidad para comprender y asistir dudas de compañeros, fomento de un buen clima laboral, capacidad de aprender de los errores sin frustración o una mayor habilidad para controlar conflictos o estrés.

Esta serie de cualidades desemboca en un aumento de la productividad empresarial, y si además las aplicamos al equipo gestor de una compañía, pueden potenciarse hasta incrementar la motivación de los equipos, el interés por el trabajo, la retención de los mejores perfiles o la captación de nuevos talentos.

Cómo se proyecta la inteligencia emocional en los roles de empresa

Para conocer los indicadores del nivel de inteligencia emocional tanto en nosotros como trabajadores, como nuestros compañeros o como gestores de una empresa, hemos de fijarnos en los siguientes factores:

  • Escuchan de manera activa a los demás: Una escucha que muestra sincero interés en lo que los otros están transmitiendo es un signo de alta inteligencia emocional. Gracias a ello se conocen las motivaciones y preocupaciones del resto, quienes se sienten más valorados en su trabajo.
  • Poseen un lenguaje corporal que invita a la comodidad: Las personas en las que destaca de manera importante la inteligencia emocional tienen la capacidad de moverse y relacionarse corporalmente con el resto de forma que transmiten confianza y tranquilidad.
  • Se comunican asertivamente: Este es un factor clave para conocer la importancia de la inteligencia emocional en el trabajo, ya que se concreta en comunicarse con el resto evitando juzgar. Una persona asertiva es capaz de comunicar errores o malas noticias con neutralidad, evitando que lo personal interfiera y dando soporte a quien escucha.

Como vemos, estas cualidades están en juego constantemente, ratificando el importante grado de influencia de la inteligencia emocional en el día a día laboral.

Aprende a aplicar la inteligencia emocional en el trabajo

Por último, vamos a recoger algunas técnicas de inteligencia emocional para conseguir mejorarla, seamos trabajadores o gestores de un negocio, así como vías de aplicación en la empresa.

Algunos métodos para potenciar la propia inteligencia emocional en el trabajo son:

  • Cuando estés percibiendo alguna emoción (alegría, tristeza, miedo, estrés…) incluso aunque no tengas claro cuál es, intenta anotar lo que te hace sentir tanto física como psicológicamente. Poco a poco irás aprendiendo a identificarlas.
  • Intenta tomar conciencia activa de cada situación, es decir, antes de una reunión o conversación laboral, recuerda dejar de lado el juicio, tanto hacia ti como hacia el resto. Prioriza el análisis del contexto como si estuvieras fuera de la habitación, en una posición neutra. Así conseguirás una visión más amplia de los problemas y comunicarte de manera más asertiva.
  • La meditación también es una técnica útil para despertar la inteligencia emocional, ya que fomenta el autoconocimiento.

Por otro lado, desde el punto de vista gestor, algunos elementos de inteligencia emocional que destacan por sus importantes consecuencias en el buen rumbo empresarial son:

  • Evaluar la empatía y capacidad de control emocional de empleados y posibles candidatos a puestos de trabajo.
  • Aprender a motivar a los empleados tanto individualmente como en equipo. Esto fomenta el interés, el buen clima laboral y la productividad.
  • Promover actividades que potencien las habilidades interpersonales, como eventos sociales corporativos para mejorar las relaciones entre la plantilla.