¿Piensas que tienes una relación de pareja sana? Aunque no lo creamos, a día de hoy ocurre que muchas personas sufren relaciones tóxicas o no saben cómo lidiar en el día a día en sus relaciones. Es un hecho que puede ser tratado con terapia psicológica, pero que también debe ser un trabajo marcado por ambos integrantes.

En este artículo te explicamos que la relación sana no tiene que ser perfecta, ni evitar toda confrontación cuando ocurran problemas. Todo lo contrario: se debe aprender a colaborar, comunicar las inquietudes y realizar un esfuerzo para que exista un equilibrio emocional.

Características de una relación estable y sana

Las relaciones de pareja pueden ser motivo de bienestar o causar mucho daño si estas no son bien gestionadas. Existen algunos indicios que nos pueden dar una idea de si nuestra relación es sana o no lo es. Además, constituyen cambios que deben empezar en nuestra mente y evolucionar hasta aplicarlos con acciones cotidianas.

Es obvio que los pilares de una relación saludable es que estas se asienten sobre el cariño, la sinceridad, empatía, respeto y confianza. Conseguir un equilibrio entre ambas personas y contribuir a la paz mental de cada uno de ellos, debe ser requisito imprescindible para una relación estable. Otros indicios que nos presenta la investigación en este campo son:

Tener buena comunicación y predisposición a tratar los problemas

Es uno de los pilares fundamentales puesto que es la base de toda relación, ya sea de pareja, con amigos o familiares. Practicar la escucha activa y ser capaz de expresar los pensamientos que tenemos sobre la otra persona con asertividad, marca un antes y un después en nuestras relaciones.

De hecho, la característica que trabajamos desde la perspectiva del psicólogo es poder entablar un clima de comunicación y apaciguador para que ambos consigan empatizar con los sentimientos del otro.

Aceptar las diferencias y no esperar a que la pareja cambie de personalidad

Tu pareja es tal y como debe ser. Los pensamientos o la presión que se ejerce sobre la otra persona para que cambie es muy dañino para la relación. Si no sientes que conectas con esa persona, tal vez la llama se apagó y no hay nada malo en ello. En definitiva, tu relación de pareja es con esa persona en concreto y hacer que cambie es coartar su libertad.

Si bien es cierto que, a través de una comunicación empática, se pueden expresar pensamientos sobre los cambios que se quieren realizar sobre la relación. Si consideras que el trato sobre ti no es el adecuado, o te gustaría que fuese de otra forma, expresar los sentimientos es la mejor opción.

Pasar tiempo en pareja, pero respetar la independencia

Pasar tiempo juntos es primordial para una relación sana. Compartir espacio, aficiones, e incluso las dificultades en el día a día es síntoma de que tu relación va bien. Esto significa que os apoyáis mutuamente y que os sentís a gusto el uno con el otro. Encontramos errores frecuentes cuando las parejas dejan de hacer planes juntos, ilusionarse por unas vacaciones o asociar el hogar con compartir en pareja y el aburrimiento. Mantener la pasión por hacer cosas juntos debe encontrarse en una relación de principio a fin.

Esto no significa que la pareja debe estar siempre unida. Depender de la otra para poder hacer planes es muy tóxico ya que nos estamos alejando de nuestra vida como persona independiente. Hay que saber disfrutar los momentos cuando se está lejos de la pareja, hacer planes por separado y que esto no sea, bajo ningún concepto, un motivo de enfado.

caracteristicas de una relacion saludable

Aplicar técnicas adecuadas para solucionar los conflictos

Aunque no lo queramos, los conflictos y los problemas en la pareja pueden aparecer. Este no sería un problema ni indicaría que tu relación no es sana. Sin embargo, la forma con la que afrontáis dicho problema dirá mucho de si tu relación es saludable o no.

Según Thomas Kilmann hay 5 tipos de estilos para afrontar el conflicto y el que apliquemos va de la mano de nuestro carácter:

  • Estilo competitivo, complaciente o evasivo. Mantenerse firme y ganar a toda cosa; ceder a los intereses de la otra persona siempre; o no afrontar el conflicto. Todas ellos son estilos que no deberían ser aplicados ya que no eliminarán el problema: lo postergarán o agravarán.
  • Estilo colaborador o estilo comprometido. Dar con una solución que satisfaga a ambas partes; o ceder para llegar a un punto intermedio. Ambas podrían ser soluciones válidas para aplicar en la resolución de conflictos para las relaciones de pareja.

No temas pedir ayuda psicológica para parejas

Los que conocemos bien la psicología de parejas nos hemos enfrentado en numerosas ocasiones a que estas postergan una y otra vez un tratamiento psicológico. Cuando no se actúa en el momento preciso, se puede generar un cúmulo de problemas con difícil solución. Este apoyo ayuda no sólo a crear un vínculo saludable, sino que sienta las bases sobre las que una persona debe comportarse en pareja.

En la sociedad no siempre se nos educa cómo debemos actuar o relacionarnos en pareja, pero este problema puede ser solventado con terapia de pareja. Auria Psicología ofrece un servicio de terapia de pareja en Málaga, con psicólogos especialistas y terapias innovadoras. Da un cambio radical o refuerza tu relación sentimental.

Beatriz Lamas
Psicóloga sanitaria en Auria Psicología | Web | + posts

Beatriz es psicóloga sanitaria especialista en terapia EMDR, por la Asociación Europea EMDR.

Graduada en Psicología y Máster de Psicología General Sanitaria Beatriz Lamas además ha recibido formación especializada en trauma y apego, trastornos de personalidad, trastorno de estrés postraumático, disociación y trastorno obsesivo compulsivo.

Colaboró varios años en el departamento de investigación del Hospital 12 de Octubre de Madrid y en el departamento de Oncología Médica en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.

Participa de forma activa en congresos y cursos relacionados con su abordaje clínico principal, trauma y apego.

Compagina su labor clínica con investigación en el campo de la salud en distintos proyectos centrados en la psicología clínica, habiendo realizado varias publicaciones en revistas científicas.